La perplejidad de los salarios

Foto de la obra Houses at Auvers (Vincent Van Gogh)

No es una novedad que en el mundo existen segmentos poblacionales divididos en la capacidad de ingresos o remuneraciones del trabajo (no considerando aquellos privilegiados herederos de fortunas ancestrales).

Las profesiones prestigiosas han existido siempre en todas las culturas y épocas, naciendo tantas y nuevas profesiones que se han desarrollado con la cambiante y moderna vida.  Por ejemplo en la antigüedad,  en Egipto estaba la profesión  de escriba que venían formados culturalmente en el entorno real y eran considerados personas de gran acervo e importantes. Para los romanos en la época del imperio, ser senador o general era de mucho mayor prestigio que declararse científico o religioso (visto que de inicio los romanos eran más bien agnósticos y no creían en nada). Durante la época medieval ser comerciante o ser hombre de mar (capitán) era una cosa honorable, así como espadero (fabricante de espadas) pero ser médico no era muy bien visto (que eran comparados en ese tiempo hasta con prestamistas). En nuestros tiempos modernos en vez, ser médico significa tener el respeto de los demás, así como ser abogado es considerado tener un estatus diferente. Ciertamente están las posiciones políticas que en todas las épocas han sido puestos privilegiados y bien remunerados.   El hecho es que independientemente de la profesión, estamos de acuerdo en que la remuneración del trabajo debería ser siempre en función del conocimiento, capacidad y dificultad de riesgo de éste  (a menos que vengamos de un extracto enteramente comunista y consideramos que las ganancias del trabajo sean las mismas para todos independientemente de la profesión).

La verdad es que la desigualdad y la incoherencia salarial que existen en nuestros tiempos modernos podría bien decirse es una anomalía de nuestro propio enfoque acerca de los aspectos  importantes de la vida. Nuestra sociedad en toda su modernidad, su capacidad intelectual y moralmente evolutiva, está enfocada hacia  cosas superfluas e inútiles en vez de aquellas tangibles y reales, creando así la injusticia de las grandes brechas salariales.

En una sociedad donde de manera justa se considerara  la vida y la familia las cosas más importantes, seguramente el ciclo económico no giraría en torno al mundo del entretenimiento, como realmente sucede en nuestros países desarrollados. Siendo así, los salarios destinados a las posiciones laborales en campos: medico, de investigación, ingenieristico, tecnológico (que son los campos que hacen de verdad funcionar el mundo) deberían ser el top de los salarios de la sociedad visto la cantidad de tiempo y esfuerzo requerido en adquirir el conocimiento y la especialización en dichas áreas, para poder crear nuevos y tangibles productos que proporcionan al mundo la comodidad y crecimiento en ámbitos como:  

- la capacidad energética (que ahora además ha generado un campo para la Green energy),

- telecomunicaciones (que ha originado la globalización),

- desarrollo industrial,

- agricultura, zootecnia y áreas ambientales (que disminuye el impacto ambiental del desarrollo

- humano y proporcionan una vida digna a los animales de consumo o domésticos)

- investigación y desarrollo en el campo biomédico (con resultados de altos estándares en la cualidad de vida),

- áreas de la física, matemática (que ha llevado al ser humano a la invención de satélites y naves espaciales para la observación e investigación del universo)

Pero la verdad absurda es que al ciudadano moderno todos estos adelantos científicos, industriales, bla, bla, bla, bla  no son un punto de referencia  para su vida, no le compete cuando un ingeniero o un doctor  (que tal vez ha estudiado por 6 años para terminar una carrera, otros dos para adquirir un master y tal vez otros dos para una especialización o doctorado)  viene pagado a mala pena con el salario medio de los países industrializados o con pocos dólares en países pobres, tal vez explotado y subestimado.

La gente no se interesa si un obrero gana una miseria (porque es obrero y tal vez se lo merece, no?) o que un agricultor que trabaja más de diez horas al día por meses sin descanso tenga que vivir de manera vergonzosa con apenas el mínimo que le permite sostener su familia en tanto las grandes distribuidoras de alimentos se enriquecen con la venta del producto agrícola a precios maxiplicados. O que haya una altísima tasa de desempleo en tantos países del mundo.

En un mundo donde nadie cooperaria con dos monedas para apoyar las asociaciones que recogen perros de la calle para asistirlos de comida y atención médica(perros que han sido abandonas cruelmente por otros),  pero donde miles harían la fila fuera de un Apple Store para esperar a comprar el nuevo teléfono del precio de 800 dólares.

En un mundo donde encontramos justo que Shakira gane millones de dólares por bailar y salir maquillada vistiendo ropa de diseñador en una portada de revista y en donde tantos del medio de la farándula (una buena cantidad de drogados y disturbados mentales) tengan privilegios e ingresos impensables por nunca haber pisado una universidad, ni haber hecho nada por nadie. Sacro mundo donde se justifica ingresos de millones de dólares anuales y se idolatra a futbolistas adolescentes que en el futuro se casaran con mujeres como las Spice Girls y que presumirán de un estatus y mansiones no alcanzables para el 95% de la población que si trabaja de sol a sol y que sostienen el mundo literalmente.

En un mundo donde se crece a niños con la Wii como una cosa primordial y se les asigna un teléfono móvil con acceso internet para acentuar ese espíritu del materialismo que les diseñara la vida aún más superficial de lo que ya es ahora.

Sigamos llenando los estadios para ver partidas de futbol que continúan a mover masas de dinero en el mundo del sport para mantener gente inútil (deportistas, managers, administradores, dueños de clubs, marketing), mientras nuestros agricultores mueren de hambre y la ganadería pierde miles de cabezas de animales en ambientes de pobreza, sigamos asistiendo a conciertos de artistas que usaran su fortuna en droga, vida de lujo extravagante y sosteniendo las instituciones de producción de tecnología cuyas fábricas en China y en India mantienen de esclavos a miles de personas (ejemplo, la empresa Foxconn que produce el IPhone que ha afrontado grandes denuncias por condiciones precarias y los suicidios de sus empleados).

Sigamos enfocados a las cosas superfluas que llevan el dinero del mundo a las manos de unos cuantos quienes se dedican a no trabajar en el bien de nadie, salvo de si mismos.

Y los doctores, ingenieros, físicos, investigadores, agricultores, biólogos, informáticos, zootecnistas, legisladores, del área logística (transportes), del cuerpo del orden (policias, bomberos, forestales), y tantas otras dignas profesiones que hacen funcionar este mundo por cierto gracias.